noviembre 06, 2005

Entrevista Con Gaspar

ENTREVISTA CON GASPAR PEDRO GONZALEZ
(Interview with the first Mayan novelist)


Gaspar Pedro González es autor de la novela La otra cara que se publicó por primera vez en 1992 y es considerada como la primera novela por un escritor maya. Esta entrevista se llevó a cabo el 11 de mayo de 1995 en la Ciudad de Guatemala donde el Lic. González trabaja para el Ministerio de Cultura.


RS: ¿Pudiera Ud. hablar un poco sobre su vida?

GPG: Algunos, cuando leen mi novela creen que es una autobiografía. De alguna manera hay partes de mi vida que sí se relacionan con mi obra. Por ejemplo la etapa inicial, esa educación inicial que absorbí en el seno del hogar. Nací en el año '45 en San Pedro Soloma en el departamento de Huehuetenango. Nací en un día muy interesante cuando por las primicias de la tierra se hace una ceremonia. El día se llama Ox Tz'ikin en el calendario maya que quiere decir "tres pájaros." Y dicen los sacerdotes que estudian esto que este "tz'ikin" es en otros contextos el espíritu, la creatividad, la iniciativa, todo eso que no es tangible, no es material. También dicen que todos que nacen en ese día tienen esas tendencias. Son como los horóscopos para la cultura occidental.
Pasé buena parte de mi vida de niño en la comunidad. La mayor parte de lo que escribo es real, no imaginario. Yo lo viví. Luego tuve un contacto con la educación escolar en esa época cuando no había un programa de educación bilingüe para los maestros ni había un programa de entrenamiento previo para poder aprender el español. Pues me estuvo un poco brusca la educación. Dejé el hogar, la familia, y la comunidad. Unos misioneros católicos me dieron una beca para estudiar fuera, en la ciudad de Huehuetenango. No había terminado la educación primaria. Los jóvenes allí venían de diferentes partes del departamento. Allí participé en un concurso sobre preguntas de catecismo. Después del concurso el obispo vino y me dijo, "¿No te gustaría ir al seminario? Podemos darte una beca hasta que termines tus estudios." Yo dije, "Voy a consultar esto con mis padres." Hice un viaje a Soloma y les expliqué todo a ellos y aceptaron la idea. Les dije a los maestros, "no tengo ninguna seguridad de que voy a ser sacerdote pero si Uds. me dan los estudios, los acepto." De allí fui a Quetzaltenango para continuar. Pero, para seguir una carrera sacerdotal tiene que haber las condiciones económicas, sociales, y culturales favorables. En mi caso era totalmente diferente. En primer lugar yo venía de una cultura totalmente distinta y por eso sentí que era un poco tambaleante la situación para mí. Al terminar el bachillerato les dije a las autoridades que tenía que regresar a mi familia. Mas pronto, me fui para México y allí estudié el arte y la cuestión de la cultura. Fui a la Escuela de Bellas Artes en la capital. En mis estudios me gustaron la música y la pintura en particular. Después de tres años allí me vine para Guatemala y me puse a trabajar desde el año '71. Me puse a trabajar como diseñador para un programa del gobierno con artesanías. Ahora llevo más de 20 años de trabajar en diferentes instituciones del gobierno. Creo que este año me voy a retirar a la vida privada para dedicarme a la literatura maya y a trabajos culturales, especialmente de la cultura q'anjob'al.

Aquí en Guatemala me casé con mi esposa que es del área de los chortís cerca de la frontera con Honduras. Tuvimos tres hijos. Mis hijos están bien identificados, mi esposa está bien identificada, con la cultura maya. Pero creemos que debe de haber una reconstrucción de la cultura en el sentido de que no solamente lo externo es lo más importante, sino también esa parte espiritual, sobre todo en la preparación de recursos humanos en la tecnología y las ciencias para que el maya no solamente sirva de distracción turística sino que también aporte en el futuro sus conocimientos y su sabiduría y tal vez adapte o descubra esa tecnología que manejaron los abuelos en alguna época y revivirla para poder adaptarla a la tecnología actual. Entonces habrá una nueva generación de mayas que van a trabajar para la reconstucción de la sociedad. Nuestro libro sagrado Popwuj dice, "Que todos se levanten, que se llamen a todos. Que no haya ni un grupo ni dos que se quede atrás de los demás."

RS: Ahora quisiera ir directamente a su novela La otra cara. ¿Cuándo fue escrita y cómo llegó a publicarla?

GPG: La novela me fue madurando durante varios años. Siempre estaba con deseos de escribir. Hacía algunos apuntes en años anteriores y luego hubo una época de estancamiento en que no pude avanzar porque en primer lugar no tenía ninguna perspectiva para poder publicar. En sugundo lugar había una etapa en la vida política de Guatemala en que ningún escritor, mucho menos un maya que escribiera, tuviera ciertas garantías de vivir libre y tranquilo. Entonces los borradores los metí en una caja de cartón y los guardé de la década de los ochenta para los noventa.

RS: ¿Así que Ud. ya tenía la novela casi lista antes de los ochenta?

GPG: Efectivamente, en 1978 hubo un intento de quererla publicar. Pero alguien me dijo, "Mejor esperemos un poquito." Porque ya había comenzado la situación conflictiva de la vida política del país. Entonces, cuando vino la violencia de los ochenta cualquier persona que tuviera un papel o marcadores en su casa se ponía en peligro su vida. Por lo tanto yo no quise publicarla en esa época. Hasta que vino el movimiento de los años noventa acerca de la reivindicación cultural y venía avanzando aceleradamente el acontecimiento de 1492-1992, la conmemoración de los quinientos años. Entonces empecé a pensar que era una época oportuna para publicar esto. Pero tenía un poco de indecisión por una parte. Por otra parte no tenía recursos económicos para publicarlo. Entonces acudí a un amigo que está en Antigua, Steve Elliott. El tenía un programa CIRMA (Centro de Investigaciones Regionales Mesoamericanas) en que publicaba estudios científicos. Pero mi obra no es de esta categoría. El me dijo, "Vamos a ver cómo se puede hacer esto. Por lo menos le voy a ayudar con el texto, la trascripción en q'anjob'al en particular. La etapa de corrección y de introducir la información en la computadora duró un año. Posteriormente Elaine Elliott hizo la traducción al inglés que fue publicado este año por Yaxte' Press.

RS: ¿Entonces Ud. ya tenía la novela escrita en castellano?

GPG: Sí, y en q'anjob'al también. La escribí en q'anjob'al. Pensé la novela en q'anjob'al. Pero la iba traduciendo, capítulo por capítulo, al español. El q'anjob'al fue lo último que se metió en la computadora porque la mayor posibilidad de publicar la novela era en español. Empezamos a tocar puertas en varias instituciones y no recibí ninguna respuesta hasta que llegué al Ministerio de Cultura. Allí había un señor que está bien indentificado con la cultura maya. Estaba de Vice Ministro en esa época y tuve una entrevista con él. Me dijo, "Bueno, déjeme una copia de su trabajo y voy a enviarla a nuestro consejo editorial." Había en el consejo cinco escritores ladinos, personas no indígenas. Yo tenía pocas esperanzas. En tres semanas, el señor me dijo, "Tenemos buenas noticias." Pero muy pronto ese señor dejó su puesto y yo no sabía quién iba a sustituirlo. Nadie sabía dónde estaba el manuscrito. Pasaron tres o cuatro meses sin que yo tuviera noticias de mi trabajo. A fin de cuentas tuve que comenzar todo de nuevo y el nuevo jefe finalmente aprobó el proyecto.
Yo tenía la intención de que para el doce de octubre fuera la entrega del libro. No sabía cómo pero tenía que ser para esa fecha y así salió. Ese día en Antigua hicimos una fiesta. Llegaron amigos q'anjob'ales, amigos mayas, amigos extranjeros y ladinos. Al fin se logró mi objetivo. Esa es la parte de la lucha de uno que no tiene muchos recursos, que no tiene mucha influencia en la sociedad para lograr una publicación. Creo que fue una buena experiencia de fortalecer mi espíritu de lucha en sentido de no darme por vencido. Eso es muy importante. Yo les hablo a muchos amigos mayas que tienen la misma experiencia y les digo, "Hay que luchar. Si Uds. se dan por vencido no logran llegar a la meta."

RS: Se dice que su trabajo La otra cara es la primera novela que haya escrito un autor maya. ¿Es cierto eso?

GPG: Hasta donde yo tengo conocimiento, sí. Ha habido escritos sobre los mayas por personas no mayas. Pero una novela de esta naturaleza, escrita en idioma maya, es, hasta yo sé, la primera. Hay una novela, por ejemplo, Juan Perez Jolote, que habla sobre los mayas tzotziles pero es una obra escrita por un autor ladino, o como El destino del indio de Oliver La Farge, una novela sobre los mayas de Chiapas y Guatemala.

RS: ¿Con qué intencion escribió Ud. esta novela?

GPG: Creo que es importante recordar los objetivos que prentendí yo alcanzar con la obra. Aparte de la necesidad de expresión artística y estética, es en cierto sentido la denuncia de la situación social y especialmente dar a conocer la cultura maya q'anjob'al. Por eso, los que estudian la literatura en la actualidad, al menos en Guatemala y en Centroamérica, creen que hay una nueva tendencia en nuestra literatura que es la testinovela. Cae La otra cara dentro del género de testinovela porque es un testimonio de explotación y marginación que se da para la sociedad maya en general. Tal vez se puede aplicar para toda la sociedad indígena americana pero en particular para los mayas y muy en particular para los q'anjob'ales que han vivido una situación muy difícil en su sobrevivencia en esta parte del país. Esos son los principales objetivos. Y ahora creo que he madurado un poquito a través de estos años. Creo que voy a tener que enfocar una nueva tendencia literaria en cuanto a revitalizar, retomar el lenguaje, el estilo, la forma de la escritura de los mayas antiguos. Ese es mi propósito de aquí en el futuro. Estamos trabajando con unos estudiantes mayas en la universidad que llevan un curso de Literatura Maya y la Tradición Oral. Trabajamos con base en algunas muestras que nos quedan como el Popwuj y los Chilames que nos dan la idea de cómo hablaban nuestros abuelos, cómo era la literatura antigua. Aunque siempre existe evolución dentro del arte literario.

RS: Ud. dijo que escribió la novela en q'anjonb'al y que la iba traduciendo al castellano. ¿Encontró Ud. alguna dificultad en ese proceso de traducción?

GPG: Afortunadamente, manejo más o menos los dos idiomas. Yo he vivido en los dos mundos. Entonces no me fue muy difícil. Sin embargo, los idiomas mayas son muy pragmáticos, son concretos. Las cosas muy teóricas, muy especulativas en el concepto maya son relativamente pocas. Entonces tuve un poco de dificultad en cuanto a adaptar ciertas cosas al castellano. Pensé la novela en maya y cuando tuve que trasladar eso, había que no ser tan materialista en español sino que trabajarlo un poco más teóricamente. Por ejemplo, conceptos como el amor, como Dios, y las cosas metafísicas son algo difíciles de escribirlos con palabras mayas.

RS: No entiendo eso. En mi contacto con el mundo maya he encontrado que esos componentes de la vida son mucho más desarrollados entre los indígenas que en la cultura ladina.

GPG: En nuestra cultura esas experiencias se viven. En las lenguas mayas las cosas se llaman por su nombre material. El amor, por ejemplo, no tiene traducción en idioma q'anjob'al. Pero no es que no existen esas experiencias. Se viven. No es para ser analizada o conceptualizada críticamente. Más bien, son situaciones vivenciales. Por eso, cuando escribí la parte de la novela en que Luín y Malín se enamoran, me di cuenta de lo que significa el amor para una sociedad más compleja y sofisticada. Pero para los mayas es sentir, experimentar y vivir. No se dicen palabras, se vive, se baila, se transporta a un mundo espiritual internamente al son de la marimba. Esa noche cuando ellos bailan por primera vez, ellos no se dicen palabras. No hay discurso y palabras muy bonitas. Más bien son sentimientos que se experimentan. Cuando tenía que trasladar todo eso al español yo recurrí a la poética, a la lírica, a la retórica en castellano. Por estas razones, cuando escribía la novela a veces me adelantaba un poco en español para que no se me fuera la idea. Sin embargo, existen formas de decir estas cosas con el paralelismo maya que existe en nuestra literatura oral. Hay recursos literarios mayas como la repetición. Hay figuras literarias que tuve que estudiar para poder adaptar estas ideas al maya. Es un poco irónico porque en q'anjob'al no es muy común dar discursos, digamos, poéticos. La cultura nos ofrece otro tipo de retórica que está en manos de los ancianos que que lo utilizan en forma ceremonial y ocasiones especiales.

Cuando estoy en clases con estudiantes mayas les doy un ejercicio en que les digo que piensen, por ejemplo, en lo que sienten cuando una persona se muere, un sentimiento muy profundo. Es un ejercicio un poco rústico, ¿no? "Ese sentimiento, ¿cómo lo dírian Uds. con palabras mayas?" Porque lo que se hace es llorar. Hay tal vez otras sociedades que no lloran pero es la costumbre de nosotros. Llorar es nuestra forma de expresión. ¿Pero cómo se diría eso en palabras habladas o escritas? Son temas de esta literatura de los mayas.

RS: En la novela ¿qué es el significado de organizarla en trece capítulos?

GPG: Quiero relacionar eso con las primeras y las últimas palabras del libro. La cultura maya fundamentalmente está basada sobre la cuestión del calendario y la relación con los dioses que toco algo en la novela. El Oxlajún Ajaw es el grado trece del dios máximo, hasta donde yo sé, del maya antiguo y del q'anjob'al aunque en otras comunidades mayas actuales no le dan mucha importancia al Ajaw. Pero Ajaw es la deidad más importante, o Señor, del calendario maya. Entonces, el día trece Ajaw nace Luín y el día trece Ajaw muere él al final del libro. ¿Qué pasa con los capítulos? Son trece capítulos y de alguna manera esos capítulos están organizados de acuerdo a los trece grados que recorren los dioses o los señores del calendario.

RS: ¿Qué opina Ud. de los varios novelistas que han escrito sobre el mundo maya, Miguel Angel Asturias en particular?

GPG: El Sr. Asturias obtuvo el Premio Nobel de Literatura precisamente por sus trabajos escritos sobe los mayas. A nivel latinoamericano es considerado como uno de los mejores escritores. Pero nuestros mundos son completamente diferentes. El día en que haya más escritores mayas vamos a ampliar nuestros conceptos diferentes de Asturias. Nosotros, los mayas que más o menos hemos analizado la situación de él, creemos que los indígenas fueron un recurso que él toma como usa el barro el alfarero y hace lo que quiera con su materia prima para hacer obra de arte. Obviamente tiene, desde un punto de vista artístico, valor literario. Es un literato que utiliza un material que es el maya como lo hacen los pintores, escultores y artistas ladinos en la actualidad. Pero desde un punto de vista de su identificación con los mayas es otra cosa totalmente diferente. La tesis del Sr. Asturias es un trabajo científico donde no aparece el artista, el literato. Si Ud. conoce esta tesis ya no se ve la misma opinión que él tiene del maya. En este otro trabajo aparece cargado de estereotipos y prejuicios como cuando dice que el maya es un haragán, un sucio . . . . El ve en la situación del "indio" una oportunidad para poder sobresalir él. Pero de ninguna manera valora aquella persona humana. Cuando viaja Miguel Angel Asturias a Europa, especialmente Francia, comienza a madurar y aprende a sentir la importancia de la civilización maya ante sus anfitriones. Su visión es una visión ladina sobre los mayas.

RS: ¿Entonces Ud. no cree que Asturias realmente haya entendido a los mayas?

GPG: Definitivamente no entendió y tampoco se identificó con ellos.

RS: Pero él intentó identificarse con los mayas, ¿no?, en particular en los '60.

GPG: Muchos otros pueden decir lo contrario pero, ¿qué ha sucedido? Asturias llega a Europa y ¿qué pasa? En los países europeos generalmente admiran a este país por la gran civilización maya. A Asturias no le convenía ante esos países ir en contra de la corriente de la visión de esa gente. En lo personal, por su tesis y por lo que él narra en sus libros, creo que sí trabaja muy bien el elemento maya. Es un artífice que puede construir. Como una olla muy bonita que hace de los mayas. Pero para nosotros, solamente fuimos un recurso utilizado, como sucede ahora con el turismo, personas e instituciones que utilizan elementos de la cultura indígena en sus giras al extranjero pero en su país se avergüenzan de ello.

RS: Así que para Ud., él no tenía la capacidad de captar el espíritu maya.

GPG: Creo que como todo artista era un buen observador de las manifestaciones externas. El superficialmente trabajó este elemento. Pero la única forma, creo, de ver al maya desde su mundo interno es participar en su vida. Así como Asturias, ha habido estudiosos y algunos antropólogos que han estudiado a los mayas desde un punto de vista superficial, como objetos de curiosidad, como objetos de arte que pueden ser convertidos en productos que pueden ser vendidos. Pero en el fondo no hay una identificación. Pero otros, como Oliver La Farge, Eric Thompson, Sylvanus Morley y muchos que han venido a convivir con la gente maya, tienen un gran valor. Hay que respetarlos porque elevan a un nivel de igualdad con cualquier ser humano a las sociedades que estudian.

RS: Hombres de maíz es una novela de mucha violencia. ¿Por qué será?

GPG: Hay cierta tendencia a "positivizar," llamar a los indígenas hombres aguerridos. Con eso quieren construir una identidad nacional de valores. Está, por ejemplo, el caso de Tecum Umán. El ejército toma el elemento maya, crea un mito en torno a él. Y lo pone como modelo para que el maya se sienta atraído al ejército. Es un guerrero que defiende este pais. Pero es una nación ¿de quién? Es una nación de unos pocos, para ladinos y sus benficios y no para el beneficio del pueblo maya. Despectivamente dicen que los mayas tienen una cultura violenta, una cultura casi inhumana. Dicen que somos paganos, idólotras. Bueno, algo de eso hay en el libro de Asturias. Concretamente, creo que en Hombres de maíz ocurre este mismo fenómeno. Quiere describir nuestra sociedad en el extranjero, una sociedad que él escribe a su manera con su criterio personal y la pone ante el mundo de una manera bonita literariamente. Pero no tiene gran aprecio hacia el maya porque lo retrata sin su verdadero rostro. En La otra cara trato de desvirtuar estos estereotipos y presentar al maya con sus valores, sus angustias y su visión del mundo y de los hombres de esta parte del planeta.

RS: ¿Qué cree Ud. que son algunas de las diferencias más fundamentales entre las culturas maya y ladina?

GPG: El fenómeno indio-ladino no es estrictamente un fenómeno biológico o racial, más bien es un fenómeno sociocultural; producto de esquemas ideológicos coloniales que se impusieron sobre la sociedad maya. La cultura es el modo de pensar, el modo de sentir, el modo de creer y el modo de ser de un grupo humano en determinado lugar en determinada época. Los mayas tienen su historia de miles de años forjada en esta parte del mundo. Y su modo de pensar propio. Su modo de sentir, de creer y ser son propios. El otro grupo que surge, se crea en el vacío. No tiene historia. No tiene una base ecológica, una base filosófica ni una base ideológica propia.
Nuestra conexión con la tierra es fundamental. ¿Qué pasa con los paisanos que están en los Estados Unidos, en el sur de la Florida y en California? Están desconectados con su tierra. Han perdido ese "cordón umbilical" de unión con la tierra que es básica para la cultura.
También hay una serie de tradiciones orales como memoria colectiva que tiene nuestra cultura, que nutren la identidad. Por eso es importante ahora empezar a revitalizar esta tradición para que no se muera. Porque la otra conquista ahora es la conquista cultural.

RS: Actualmente, ¿cómo ve Ud. esa cuestión cultural?

GPG: Hay trabajo que tenemos que hacer fuertemente los que estamos comprometidos con esto. Hay proyectos para orientar a la sociedad maya para despertarla. Está despertando de una manera un poco desorientada porque son casi 500 años de oscurantismo, de noche. Hace mucho tiempo los actuales mayas sí quieren retomar su cultura pero ¿cómo? No se sabe cómo era la cultura auténtica. Tenemos que investigar para poder retomar lo que había. Tal vez no será totalmente igual. Estamos conscientes de que la cultura es dinámica pero no queremos perder todo tampoco. Tenemos que hacer lo que se pueda y agregarle, si es posible, elementos nuevos conscientemente.

RS: En la novela, Luín tiene una experiencia de la presencia del espíritu. ¿Todavía es una experiencia común de la sociedad maya?

GPG: Había más tendencia a esas experiencias en épocas pasadas que en la actualidad. La sociedad maya ahora está siendo "bombardeada" por una serie de invasiones culturales. Y cada vez se está haciendo menos sensible a las manifestaciones de la espiritualidad. Un factor muy importante en esta invasión cultural son los medios de comunicación. La mayoría de las casas mayas tienen una radio. Esa radio no habla de cosas mayas. No tiene música maya ni idiomas mayas. Está creando una insensibilidad al espíritu. Por otro lado las religiones actuales, las sectas, han ido dividiendo a los grupos mayas. Una sola aldea se divide entre 4 o 5 iglesias. Ya no hay tanta cohesión social. La sociedad está fraccionada. Cada facción jala para su lado. Nuestra sensibilidad está siendo dañada porque ya tenemos poca identidad colectiva.

RS: Hablando de identidad, ¿se considera Ud. más maya, q'anjob'al o indígena?

GPG: Los indígenas de este país tenemos un nombre: maya. Nosotros no solamente nos consideramos como indígenas sino nos consideramos "mayas" porque es parte de un proceso regional de reivindicación de carácter social y cultural. El discurso oficial del gobierno usa el término "indígenas" pero yo uso la palabra "mayas." Cuando empleo la palabra "indio" en La otra cara, lo hago en forma irónica para satirizar este concepto. Cada grupo de los mayas tiene su nombre: kaqchikeles, kichés, q'anjob'ales. Pero en lo personal yo prefiero pensar en una sola cultura. Hay variantes de idiomas pero en la cultura es prácticamente una. He visto que se refiere a un montón de grupos con propósitos divisionistas. "¡No hay mayas!, suelen gritar algunos" -afirma el Dr. Uribe de la UNAM- "solamente hay Kichés, Kaqchikeles . . . . En sus gritos va disfrazado el temor ante la unificación de un pueblo cobijado bajo el manto de propósitos colectivos."

RS: ¿Tiene Ud. contacto con gente indígena fuera de Guatemala?

GPG: Sí. Pertenezco al Círculo de Escritores Indígenas Americanos que tiene su sede en Nueva York. En julio de '92 hubo un congreso de escritores indígenas en Oklahoma. Allí participamos tres guatemaltecos. Tenemos contactos con escritores indígenas mexicanos y de otros países. Tenemos proyectado hacer otro congreso aquí en Guatemala al nivel latinoamericano porque hay una barrera de lengua. Nos cuesta un poquito comunicarnos con los del norte. Pero queremos tratar de fortalecer más la organización al nivel latinoamericano. Tenemos previsto para 1996 una reunión aquí en Guatemala.

RS: ¿Tendría Ud. algunas palabras para la gente indígena americana en general?

GPG: Solamente que tenemos que buscar nuestras raíces, nuestra historia a través de las investigaciones. Podemos descubrir cuáles eran nuestros auténticos valores y construir sobre ésos un futuro. Podemos realizar un futuro que nos unifique, en que los indígenas lleguen a ocupar los espacios en las sociedades americanas, no en un sentido conflictivo ni de competencia sino en un sentido de igualdad. No somos ni más ni menos que los demás seres humanos en este mundo. La cultura nuestra es lo único que nos distingue, que nos hace ser lo que somos y jamás tenemos que olvidar eso. Podemos desarrollarnos dentro de nuestra propia cultura y dentro de nuestras propias realidades.

RS: ¿Qué planes tiene Ud. para el futuro?

GPG: El trabajo que estoy haciendo ahora es precisamente sobre la cuestión de los Señores que están representados en el calendario maya. Posiblemente me lleva otro año más. Estoy tratando de hacer un tipo de novela histórica. Estoy entrevistando a personas que trabajan el calendario para poder construir una novela para todo el área mesoamericana en el sentido de volver a retomar lo nuestro. Aparte de escribir, estoy organizando un institución privada para la protección y revitalización de la cultura maya en todos campos.

RS: Antes de terminar, ¿le gustaría hacer algún otro comentario?

GPG: Solamente quisiera saludar a la gente en maya. Chi waltoq skawilal he k'ul ayex he masanil yul hin q'anej, yin masan k'ulal jetoq ko masanil. Esto significa, "Desde aquí envío para todos Uds. un saludo en mi idioma, que haya paz en los corazones de todos."

Robert Sitler
Dept. of Foreign Languages
Stetson University
DeLand, FL 32720


Publicado con el permiso de Robert Sitler